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La Albufera es una marca española de cosmética natural que nace en enero de 2015 para desvelar uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza, el germen de arroz utilizado para cuidados de la piel.

El origen

El descubridor de este maravilloso Aceite de Germen de Arroz se crió y creció entre molinos y montañas de arroz. Su juego preferido era hundirse en las montañas que se formaban con el deshecho del arroz una vez era procesado en el molino. Ya por aquel entonces, se dio cuenta de que cada vez que jugaba en el arroz, su piel estaba muy suave. Y empezó a preguntarse por qué. Esa inquietud creció con él hasta que por fin decidió investigar acerca del efecto en los cuidados de la piel.

Se instaló en Valencia para poder trabajar con el maravilloso arroz del Parque Natural de La Albufera, de ahí el nombre de la marca. Después de años de investigación y trabajo rodeado de arrozales, desarrolló un proceso artesanal de presión en frio del germen del arroz para ofrecer a nuestra piel las magníficas cualidades de este cereal tan valorado desde milenios atrás por la mujer oriental.

Después de mucho esperar y desesperar y de mucho tiempo de incansable desarrollo e investigación, consiguió la primera esperada y deseada gota de Aceite de Germen de Arroz cuando ya estaba a punto de tirar la toalla. Después de esta ardua tarea, consiguió lo que buscaba: obtener un producto  artesanal de cuidados de la piel, sin químicos, ni aditivos… 100% natural.

Convencido de lo que tenía entre manos, se lo regala a su mujer.

cuidados de la piel
Un regalo de la naturaleza

Cuando Ana se lo aplica sobre la piel, su sorpresa es tal, que decide compartirla y regalárselo a sus amigas y familiares. Desde la primera aplicación, su piel recobró la luminosidad y la suavidad que años atrás había perdido. Sentía su piel, no sólo del rostro sino también del cuerpo, muy nutrida y sus manchas fueron desapareciendo con el tiempo. Además, sus bolsas, ojeras y pequeñas arrugas se fueron difuminando y las zonas más secas de su piel, se fueron aterciopelando a una velocidad vertiginosa y lo más sorprendente es que su piel no quedaba pringosa. Este aceite se absorbía rapidísimamente. En definitiva, había encontrado un producto de cosmética que era un milagro para todo tipo de pieles ya que cada amiga volvía a pedirlo atrapada por los magníficos resultados que este aceite había obrado en muchas personas de sus familias.

Probarlo es amarlo

Una amiga encontró por fin un producto inofensivo para la piel atópica de bebé, sus eccemas desaparecieron y su piel lucía nutrida e hidratada. Un familiar se curó de unas leves pero grandes quemaduras. Su piel quedó intacta. Y una vecina recién operada no dejaba de sorprenderse al ver como sus cicatrices se iban atenuando notablemente.

Todas y cada una de ellas sin excepción se convierten en absolutas admiradoras del Aceite de Germen de Arroz y empiezan a pedírselo repetidamente contándole a Ana las maravillas que el Aceite de Germen de arroz había obrado en su caso.

Viendo el rotundo éxito de su producto, Ana y su marido deciden crear junto a otros dos fundadores, La Albufera. La demanda es tal, que después del aceite vinieron otros productos que completan una línea maravillosa para los cuidados de la piel de toda la familia.