Por qué debes utilizar cosméticos sin químicos
Todas las pieles son sensibles a su manera, con mayor o menor intensidad. La sensibilidad no supone que la piel esté enferma, sino que no reacciona bien a la cantidad de químicos que contienen los cosméticos habituales. Si no dejas de usar estos químicos, tu piel está reaccionando todo el tiempo, y al final puede derivar en patologías crónicas como la dermatitis atópica o la rosácea; y en infecciones y picores, entre otras reacciones.
¿Por qué debemos usar más cosméticos naturales?
Todos sabemos el significado de cosmética natural. Es beneficiosa para los cuidados de tu cuerpo, es saludable y aporta mucho más que los productos químicos.
Pero realmente… ¿qué sabemos y qué no sabemos acerca de todos los químicos que los productos incluyen y que debemos evitar?
La desinformación acerca de los ingredientes que realmente contiene un producto cosmético resulta en ciertos casos alarmante. La clave será observar la etiqueta que contiene los ingredientes en su totalidad, y que suele estar en la parte trasera del envase.
Algunos de los componentes químicos que puedes encontrarte en cosmética
- Parabenos
Los parabenos son productos químicos que se añaden como conservantes en productos de belleza para evitar que la crema o el champú se degenere con microorganismos, hongos o bacterias. Se podría equiparar a los insecticidas y, actualmente, un 80% de los productos que hay en el mercado en el sector de la belleza lo incluye.
Existen dos tipos: Los parabenos orgánicos, algunos alimentos como los arándanos los contienen y como se metabolizan de forma natural no representan ningún problema; y los parabenos sintéticos, que se han fabricado de forma química. Estos últimos son los que suponen un peligro para tu salud.
- PEGs
Los PEG se utilizan en cosmética como tensioactivos y son derivados del petróleo. Son agresivos con la piel y debilitan el manto hidrolípidico que la protege. Se consideran cancerígenos y están prohibidos en algunos lugares del mundo.
- Sales de aluminio.
Es un componente común de los desodorantes, y de hecho se trata de un eficaz antitranspirante. Sin embargo, hay evidencias científicas de su toxicidad y su relación con el cáncer de mama y enfermedades degenerativas como el alzheimer.
- Siliconas.
Las siliconas aportan un efecto hidratante, pero este efecto es falso. No hidratan ni nutren la piel porque no tienen los ácidos grasos para hacerlo. Solo evitan la deshidratación, pero a cambio obstruyen los poros impidiendo la eliminación de toxinas a través de ellos.
Además, las siliconas no son biodegradables y causan un fuerte impacto sobre el medio ambiente.
- Perfumes artificiales
Algunos de los componentes de los perfumes sintéticos son ingredientes tóxicos, como los ftalatos. Se van acumulando en el ambiente y en el cuerpo humano (se ha llegado a detectar incluso en la leche maternal)