Gabriel
Con 17 años desarrollé una dermatitis seborreica recurrente en las alas de la nariz y las mejillas. También en la zona del pecho. Desde entonces he acudido al dermatólogo en varias ocasiones tratándomela con cremas cuyo principio activo eran los corticoides. Después de tantos años (más de 25) el dermatólogo me indicó que debía abandonar dicho tratamiento por los efectos negativos que tienen los corticoides con el paso del tiempo en la piel. (envejecimiento de la piel, atrofia de la misma…) Desde entonces comencé a utilizar otra pomada con inmunodepresores para tratar la dermatitis.
Recientemente empecé a aplicarme el Aceite de Germen de Arroz y en tan solo dos días de aplicación los efectos de la dermatitis en mi piel desaparecieron. Visto el resultado tan espectacular que obtuve en solo dos días de aplicación decidí suspender el tratamiento pues no podía creer que tan espectaculares resultado se pudiesen deber a unas gotitas de Aceite de Germen de Arroz. A los pocos días, como tantas otras veces en estos años volvió a aparecer la dermatitis con lo que ello supone; picor, irritación, enrojecimiento descamación, incluso heridas… Volví a utilizar el aceite y en tan solo un par de días la dermatitis remitió.
Tal fue mi sorpresa e incredulidad que decidí realizar un último test para convencerme que la dermatitis desaparecía por efecto del aceite. Así, apliqué el aceite en un lado de la cara y en el otro no y en consecuencia se produjo lo que esperaba y sospechaba; en el lado de la cara donde me apliqué el Aceite de Germen de Arroz la piel estaba perfecta, mientras que en el otro lado la dermatitis volvió a hacerse presente como tantas veces en estos años.
Desde hace semanas me aplico una gotita de aceite en la zona de la dermatitis dos o tres veces a la semana antes de acostarme y ya no he vuelto a saber nada mas de tan fastidioso asunto.
Soy un convencido de las propiedades regenerativas del Aceite de Germen de Arroz, me sienta bien, mejora la luminosidad de mi piel, la siento más hidratada y elástica y sobre todo me ha desaparecido la molesta dermatitis que tantos años me ha acompañado.